Transporte refrigerado: ¿cómo se deben transportar los alimentos?

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Las frutas, el pescado, los lácteos o la carne son solo algunos de los alimentos que necesitan estar refrigerados en todo momento para no echarse a perder. Pero, ¿alguna vez te has preguntado cómo es posible transportar estos alimentos de un lado a otro del mundo para hacerlos llegar hasta tu tienda sin que pierdan frío? Esto es posible gracias al transporte refrigerado. Si quieres saber cómo funciona, ¡sigue leyendo!

¿Cómo funciona el transporte refrigerado de alimentos?

Para comprender cómo funciona el transporte refrigerado de alimentos debemos tener muy presente que el objetivo de esta operación no es congelar ni enfriar los productos: de hecho, la mercancía entra en el vehículo ya refrigerada. Se trata, pues, de mantener la temperatura desde el punto de recogida hasta el punto de entrega, o sea, de mantener la cadena de frío y evitar las variaciones de temperatura en los alimentos, ya que esto acaba por estropearlos.

Por lo tanto, la operación de carga de los alimentos refrigerados debe ser lo más rápida posible. Además las puertas del vehículo de transporte no deben abrirse hasta el momento inminente de la carga. Para transportar alimentos refrigerados se emplearán vehículos refrigerados, es decir, adaptados para mantener condiciones de frío estables en su interior de entre -35º y 22º centígrados, dependiendo de los alimentos que transporte. Esto se consigue gracias a compresores, condensadores y evaporadores que aíslan los productos y mantienen las condiciones interiores al margen de las condiciones externas. Sin embargo, para que sean 100% eficaces se deben cumplir algunas especificaciones:

  • No puede haber comunicación entre el espacio de almacenamiento de la carga y la cabina del conductor.
  • El interior del camión ha de ser impermeable e ir sellado herméticamente.
  • Los alimentos deben transportarse en recipientes adecuados y no a nivel del suelo para evitar daños en la mercancía, pero también para permitir que el aire circule por el interior del vehículo y la temperatura sea uniforme.

Cabe señalar que está permitido transportar distintos tipos de alimentos refrigerados a la vez siempre que sus temperaturas de transporte no sean compatibles y que no puedan producirse alteraciones mutuas como contaminaciones orgánicas o minerales u olores.

Ya en el lugar de destino, la descarga debe ser tan veloz como la carga. De nuevo, es esencial que las puertas del vehículo no se abran hasta que no llegue el momento inmediato de la descarga; una vez la operación haya concluido, los alimentos estarán ya colocados en tu tienda más cercana y ¡listos para ser consumido!