Uno de los objetivos principales de este sector es evitar daños en el transporte de mercancías y procurar que esta llegue en perfectas condiciones a su destino. Es por esto que es preciso seguir un determinado procedimiento y algunos tips para evitar dañar la carga durante el transporte, ya sea un transporte por carretera, mar o aire.
Evitar riesgos en el transporte es una prioridad. Si la mercancía se deteriora o sufre cualquier tipo de daño la empresa tendría que asumir grandes costes y, lo que es aún peor, saldría perjudicada en la relación con sus clientes.
6 pasos para evitar dañar la mercancía en el transporte
Para proteger correctamente la mercancía durante el transporte hay diferentes aspectos a tener en cuenta:
- El embalaje: Lo primero que hay que comprobar es que el producto tiene un buen embalaje, pese a que esto no sea competencia de la empresa de transporte. Tendremos que fijarnos en que el embalaje cumpla las siguientes condiciones:
- Esté en buenas condiciones y permita la identificación de su etiquetado.
- Que sea lo suficientemente resistente para su manipulación y para hacer frente a las posibles vibraciones a las que se someta la carga durante su transporte.
- Tener en cuenta que está constituido por el material adecuado en función de las características de los productos a transportar, del ciclo de distribución y de las peculiaridades del medio de transporte empleado.
- El tamaño adecuado: Una caja demasiado grande para contener un producto puede incrementar los costes logísticos.
- Estar protegido de posibles hurtos con un adecuado sellado.
- Pruebas previas. Antes de realizar el transporte es importante hacer envíos previos de prueba para comprobar el peso, el volumen y la naturaleza de los productos. Esto se aplica también para el embalaje, el cual también puede estar sometido a ensayos para evaluar su resistencia y/o fragilidad.
- Contar con indicadores de impacto y/o fugas mediante dispositivos conectados a las cargas. Gracias a estos dispositivos, podremos detectar si hay algún problema y hacer un buen seguimiento del estado de la mercancía.
- Realizar una correcta colocación de la mercancía: La colocación deberá ser estratégica. Generalmente, lo aconsejable es dar más importancia a la distribución de los artículos más pesados, ya que la distribución del peso debe ser uniforme. Además, hay que evitar dejar huecos entre los paquetes y organizarlos de la manera más compacta posible.
- Tomar medidas de seguridad y control en el transporte de mercancías: En el transporte por carreteras todo transportista sabe que hay que evitar frenazos, las inclinaciones laterales en exceso y los movimientos bruscos, por lo que hay que llevar una conducción prudente que minimice todo lo posible las caídas de la carga, los golpes o las vibraciones.
- Contratar transportes refrigerados en el caso de ciertos alimentos o productos farmacéuticos. Así podemos controlar de una manera mucho más óptima los factores de temperatura.
Como ves, partiendo del embalaje y contando con buenos profesionales del transporte podemos controlar todos los demás pasos implicados a la hora de evitar daños en la mercancía.